(…) ahí están:
el viento que repta sugestivamente la cordillera
y la vegetación de tus besos
tatuando el horizonte.
Es una noche cristalina.
Los rápidos del Aluminé
aletean sobre las piedras verdes
mientras desguasa
tu lengua en correntada.
El aire es la sed del sauce (…)
.
2 comentarios:
Lindo poema.
Besos mil.
Gracias Muchita, por tu opinión y por dejar la huella de tu paso por aquí!!
Sergio
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