sábado

Probemos

.
(...) entre la vida de lo que digo
y el gentío de los paréntesis
está el placer.
Por eso desenvaino tus últimos botones.
Rehago tu voz en el teléfono
-la autopista sin labios donde se vive a fondo-
y palmeo en la espalda a cada letra
para encontrarle el sonido que calza.
Y entre nosotros una explosión, una humedad insólita
con la piel que sostiene el aire
y consuela el formón de la mudanza
de uno de estos días.

La eternidad del placer se asila
en el tránsito que somos,
en las oraciones pasajeras
que dejan su huella de cascos amarillos y creaciones a la pasada.
Y en el abrazo que quiero darte infinitamente
cuando me digas: probemos, (...)
.

4 comentarios:

La Moro dijo...

Desde ayer, esta poesía "también" es mía. Gracias por servir la mesa con delicias como ésta.
Un abrazo rande rande como una casa... rande. Desde el confín de los confines,
La Moro, su fan

Sergio Sarachu dijo...

rande rande es la alegría rande que me das cada vez que haces tuyo algo de acá. Haga de este blog su morada, Moro.
Y buen provecho.
Sergio, el agraciado por su morología.

Nan dijo...

y en el abrazo que quiero darte infinitamente... eso es algo que repetì, que soñè, que quise, que no pude o si, pero no fue infinitamente, fue espiritual y eternamente si es que la muerte no deshace eternidades. lo que màs extrañè fue siempre su abrazo.

Sergio Sarachu dijo...

extrañar un abrazo sin que la muerte lo impida no es también un goce infinito? no se quedó para siempre y para hacer eterno ese instante? si fue así, ese abrazo es nacimiento, vida por venir