domingo

Domingo

(…) mirada de valijas sin andén. Un par de cerros
anestesiados por la rutina de la cascada.
El caserío en un trazo de escarcha y humo de leña verde.
Perforo este momento para quitarle el idioma dulzón,
la terquedad del domicilio, mis pantalones doblándose sin esquinas.
Despojo al pueblo de todos los recorridos
y te transito como la lluvia humilde de domingo (…)

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10 comentarios:

Germán dijo...

Ya levantè el pulgar en faceboo...un abrazo.

Silvia Castro dijo...

Hola, Sergio, tu poema me hace acordar a Sierra de la Ventana, creo que por eso que le dijiste a Natalia de la luna en el Abra. Me gusta del poema la terquedad del concepto de desplazamiento, como un lente que da pistas sobre cómo se siente con tu ojo ese paisaje.

La foto que viste es de Madryn, si. Timón lo escribí durante el encuentro del 2008, uno de los escasos textos sobre la Patagonia escritos in situ. Fue lindo descubrir que allá también era posible hacerlo. El tiempo cura todo, incluso las heridas de la patria.

Un abrazo fuerte


Silvia

Sergio Sarachu dijo...

Germán, gracias por tu pulgar en alto, sabés que significa mucho.

Silvia, es cierto tiene de Sierra, de Junín de los Andes, de San Martín, de Angostura, de muchos pueblos que llevamos en la mochila. La idea fue que a todos ellos los podemos despojar de su ubicación en el mapa y regalarnos una tarde de domingo con esas lluvias suaves y persistentes, que sólo tienen un boleto para la intimidad. Pero tu lente es más profunda y eso lo eleva.
Otro abrazo fuerte.
Respecto de la foto de tu poema, me pareció ver ese resto de barco en Madryn, pero también en Necochea, en Ushuaia, en Mar del Plata. Tal vez, como mis pueblos domingueros, esos barcos pueden provocarnos un "vaivén" en todos lados, aún sin mar a la vista.

Silvia Castro dijo...

Sí, señor, ahí estaba, cerca del Ecocentro, del Indio, del zanjón...
Acá podés ver detalles del barco, un flash sus herrumbres:

http://silviaocastro.blogspot.com/2008/11/secuelas-de-navegacin.html

Insisto: la terquedad del concepto de desplazamiento no es sólo hallable en ese poema, sino como una reincidencia tuya permanente y casi militante, a la que por supuesto ya sabés cuánto adhiero. Que se contagie!!

Más saludos

Silvia

Carlos Sandoval dijo...

.."perforo este momento..."
Hoy aprendí que se pueden agujerear los momentos para sacarles el juguito y saborearlos
Saldré por la vida con una bombilla, dedicando a tu salud mis primeros tragos.
Gracias por eso Sergio. Un abrazo.

PD:Propongo tambien calarlos y verles adentro un cachito a ver si están listos para vaya uno a saber qué.

Sergio Sarachu dijo...

Sí Silvia, hay una terquedad en el desplazamiento, en las idas y venidas, en las marchas, por eso me encantó tu "vaivén" y por eso también el libro que estoy por sacar se llamará "puertos suspensivos", porque está cruzado por esa terca manera de andar por la vida.
Todos los abrazos y me impaciento por estar con ustedes, sin horarios y con mucho afecto.

Carlos, perforemos, taladremos, calemos, que siempre la palabra, la vida, puede decir más.
Siempre es un gustazo!

Anónimo dijo...

Interesantes versos Sergio! muy buenos! A ver cuando te pasas por el blog.
Saludos!

Sergio Sarachu dijo...

Kapasulinos, hermosos hacedores de literatura!!! Recién pasé por su blog y me gustó mucho la "maldición gitana" de Carla.
Abrazos desde el Sur.

maritza dijo...

la terquedad del domicilio ¡si señooooor!!!!! Espero esos "puertos suspensivos", al menos alli nos encontraremos ya que se ha dado en las mareas de los encuentros. Abrazo como siempre: con todo el corazon

maritza dijo...

quize decir: NO SE HA DADO EN LAS MAREAS DE LOS ENCUENTROS.