domingo

Todo o nada

(…) se prefiere la muerte en la batalla,
no la herida grave
ni siquiera el placer vegetativo.
Quedar sin intemperie en tus labios,
se prefiere.
Se elige el ahogo fatal del bombardeo.
Que no estén ilesos la cabeza,
el cuerpo,
las extremidades.

Y si algo de sangre repta todavía,
será la tregua tras del salvajismo de la pólvora,
el rastro baldío de tu piel en mis poemas,
el genocidio de la sonrisa en un ataúd de abril
o del mes que talle el sistema (…)

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